por Hasta hace unos años, las cerraduras biométricas eran parte de la ficción de las películas y las series. El protagonista tenía que burlar un sofisticado sistema de seguridad que utilizaba un escáner para los ojos o para la palma de la mano, o incluso reconocimiento de voz.
Pero hoy las cerraduras biométricas son una realidad cotidiana, y mucho más desde que los móviles comenzaron a incorporar reconocimiento facial y lectores de huellas.
Las cerraduras biométricas, por definición, son aquellas que permiten el acceso en función del reconocimiento y comparación de una característica corporal única de la persona que intenta abrirlas. Puede ser el iris de los ojos, los surcos dactilares o incluso la forma de la cara.
En este artículo, hablaremos principalmente de las cerraduras con lector de huellas dactilares, que son las más comunes en entornos comerciales y residenciales y las más instaladas por Cerrajeros Sitges.
¿Cómo funcionan las cerraduras biométricas?
Como seguramente sabes, las huellas dactilares humanas son únicas para cada individuo, incluso entre gemelos idénticos son diferentes. Por esto las cerraduras biométricas pueden reconocer a muchos usuarios y distinguirlos entre sí.
En realidad, la forma en que los escáneres de huellas dactilares funcionan pueden ser diferentes. En primer lugar, están los escáneres ópticos, que esencialmente toman una foto del patrón dactilar y la comparan con las que tienen guardadas como autorizadas.
Algunos de estos escáneres ópticos de huellas dactilares pueden ser engañados utilizando una fotografía de la huella autorizada.
Otro tipo de sensor de huellas dactilares son los capacitivos, que crean un modelo electrónico de tu huella dactilar. Aún los de este tipo pueden ser engañados con un molde tridimensional del dedo del usuario autorizado.
Los escáneres de huellas dactilares que usan ultrasonidos son los más difíciles de engañar. Este lector de huellas dactilares utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para penetrar en la capa externa de la piel.
Esto también hace que sean los más caros, pero también los más populares cuando se trata de cerraduras biométricas de alta seguridad.
Cerraduras con autenticación multifactorial
La autenticación multifactorial es un método para obtener acceso presentando múltiples formas de autenticación. Esto significa que debe presentar al menos dos tipos de código de acceso para desbloquear la cerradura.
Cuando se trata de cerraduras biométricas, esto implica normalmente el uso de una huella y una clave que se introduce con un teclado. Si alguna de estas autentificaciones falla, la cerradura no se desbloqueará.
En las cerraduras domésticas, donde se prefiere la comodidad de uso, la autenticación multifactorial suele ser opcional. No ocurre lo mismo en entornos industriales, donde es mucho más común.
Ventajas e inconvenientes de las cerraduras biométricas
Las cerraduras biométricas suelen ser consideradas como muy seguras, pero todo depende de la implementación de cada fabricante. Como siempre, en Cerrajeros Sabadell recomiendan utilizar cerraduras biométricas de marcas reconocidas dentro de la industria de la seguridad.
La principal ventaja de las cerraduras biométricas es que no hay ninguna llave, por lo que no hay que preocuparse por extraviarla o dejarla olvidada. Como ocurre con todo, las cerraduras biométricas de huellas dactilares tienen algunos inconvenientes.
Una de las principales desventajas de estas cerraduras se ha mencionado anteriormente, y depende del tipo de escáner de huellas dactilares utilizado. Es importante asegurarse de saber qué tecnología está instalada en el dispositivo antes de considerar la compra de uno.
Otro inconveniente es que requieren alimentación continua, ya sea de la red eléctrica o a partir de baterías. Esta es la razón principal por la que estas cerraduras suelen venir con una opción de acceso mecánico, normalmente una llave, en caso de que se estropee o no funcione la electrónica integrada en ella.
